Alerta en el hábitat urbano: Cómo actuar ante la invasión de Murciélagos

NOVIEMBRE 15, 2024 a las 1:57 PM
24-193131_exr7_A_UNO_15381781-300x300

Con la reciente ola de calor, el peligro acecha desde el cielo: los murciélagos entran a nuestros hogares. ¿Estás preparado para la invasión? Sigue leyendo.

El cambio climático no es un enigma del futuro; es una realidad que transforma nuestro entorno inmediato. En tiempos de calor sofocante, la vida silvestre ejecuta sus protocolos de supervivencia, que incluyen la migración inesperada de especies como los murciélagos a espacios urbanos. El Instituto de Salud Pública (ISP) emitió una alerta y proporcionó tres medidas clave para enfrentar estas visitas sorpresa.

La entrada de murciélagos a nuestras casas no es un asunto trivial. Estas criaturas de la noche, aunque esenciales para el equilibrio ecológico, pueden convertirse en vectores de enfermedades si se adentran en nuestro espacio vital. Por ello, el ISP insta a la ciudadanía a no tomar a la ligera la presencia de estos mamíferos voladores y a seguir sus directrices con diligencia.

Ante un encuentro cercano con un murciélago, la prioridad es evitar el contacto directo. El ISP subraya la importancia de contactar a las autoridades locales de Zoonosis o a la municipalidad correspondiente. Esta respuesta organizada es vital para salvaguardar la salud pública y asegurar un manejo apropiado de los animales sin causarles daño.

En un escenario donde las instituciones no respondan de inmediato, actuar con cautela es imperativo. El ISP sugiere la utilización de elementos comunes del hogar, como guantes de látex y recipientes, para capturar al murciélago sin contacto directo, protegiendo así a las personas del riesgo de rabia y otras zoonosis. Recordemos que el murciélago común en Chile, Tadarida brasiliensis, no es ajeno a las ciudades, y la prevención pasa también por la adecuada mantención de nuestras edificaciones.

A pesar de su aparente invasión, el ISP recuerda que estos mamíferos buscan refugio ante el calor extremo. Es crucial diferenciar entre un comportamiento de emergencia propio de la especie y las verdaderas señales de alarma como dificultades para volar, indicativas de problemas neurológicos y potencial portación del virus de la rabia. Asegurar la vacunación antirrábica de nuestras mascotas es una responsabilidad irrenunciable en esta lucha silente contra la rabia que se dirime en el cielo urbano.