El paradójico azar: Asaltante salta al destino en cuartel de la PDI

En un giro inesperado digno de una película de enredos, las calles de La Pintana fueron escenario de un hecho que desafía el sentido común. Un asaltante de 31 años, en su intento desesperado por escapar tras robar a una mujer, no encontró mejor refugio que el mismísimo cuartel de la Policía de Investigaciones (PDI).

La subprefecta María Sandoval, líder de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de La Pintana, narró cómo al finalizar una jornada laboral rutinaria, los detectives se percataron de la presencia inusual de un individuo colgando del muro perimetral. El hombre, un ciudadano cubano sin registros delictivos previos, estaba en el acto de despojarse de sus vestimentas para, al parecer, infiltrarse en el cuartel.

Los agentes, entrenados para lidiar con lo inesperado, no tardaron en reaccionar. Armas en mano, se dispusieron a someter al sospechoso. Fue en ese instante cuando la víctima del hurto, acompañada por personal de seguridad de la municipalidad, arribó al lugar para denunciar el incidente, solo para encontrarse cara a cara con el autor de su desgracia.

Este insólito encuentro condujo a la rápida devolución de los objetos sustraídos: unos audífonos que, quizás, el destino decidió que no cambiaran de dueño. El hombre fue detenido inmediatamente y ahora enfrenta cargos por el delito de robo en flagrancia, una historia que seguramente se narrará como advertencia y anécdota en los corredores del cuartel por años venideros.