Noviembre y la tercera edad: Beneficios monetarios a la vista

A medida que las hojas caen y el otoño avanza, los adultos mayores se encuentran ante la posibilidad de recibir una variedad de bonos que buscan proporcionar un soporte financiero adicional. No es necesario haber dejado la vida laboral para acceder a estos beneficios, ya que, tanto pensionados como no jubilados, pueden ser susceptibles de recibir apoyos, siempre que se ajusten a ciertos criterios previamente establecidos por el Estado.

Dentro del espectro de asistencias disponibles, destaca la Pensión Garantizada Universal (PGU), que propone un pago mensual de hasta $214.296. Este subsidio alcanza a quienes han superado los 65 años y cumple con una condición inclusiva: está disponible tanto para los ya pensionados como para los que aún no han finalizado su ciclo laboral. Para comprobar si eres beneficiario de algún pago pendiente, deberás acceder a un enlace específico ingresando tu RUT y fecha de nacimiento.

Otro de los incentivos notables es el que se otorga a las parejas que celebran 50 años de vida conyugal. Este bono único, de $445.352, se divide en partes iguales entre los consortes, asignando $222.676 a cada uno. Las parejas interesadas deben satisfacer ciertos requisitos para poder ser consideradas aptas para recibir este apoyo.

En el caso de quienes han perdido a su cónyuge, existe también un bono específico. Por otra parte, las madres, ya sean biológicas o adoptivas, que cuenten con al menos 65 años de edad y estén pensionadas en el sistema de AFP, podrán acogerse a una ayuda económica cuya cuantía se fundamenta en la rentabilidad generada desde el nacimiento del hijo, correspondiendo al 10% de 18 ingresos mínimos mensuales, con consideraciones especiales para aquellos nacidos antes del 1 de julio de 2009.

Finalmente, el Bono de Reconocimiento, también conocido como Bono Post Laboral, arroja luz sobre el aporte constante que las personas han hecho a lo largo de su vida laboral. Este beneficio incrementa la Cuenta de Capitalización Individual del receptor aportando $90.877 mensuales hasta el término de su vida. No es necesario postular, pero sí gestionar la solicitud a través de la AFP a la que el individuo esté afiliado. Para obtener más detalles, se puede visitar un enlace especializado y resolver así las dudas pertinentes.

La tercera edad, lejos de representar un período de merma económica, puede ser una etapa enriquecida gracias a estas prestaciones estatales. Es fundamental estar informados y cumplir con los requisitos para beneficiarse de estas ayudas que, sin duda, pueden marcar una diferencia en la calidad de vida de nuestros mayores.